La princesa de Asturias visitaba el pasado jueves nuestra tierra. Agradezco una vez más su presencia porque para todos los riojanos fue un día especial el de su visita a “La Rioja Tierra Abierta. Haro Luces de Modernidad”. Y nos complace que siga asistiendo, edición tras edición, al Seminario Internacional de Lengua y Periodismo, una cita obligada para periodistas y lingüistas que tiene lugar en San Millán de la Cogolla.
La Rioja convoca anualmente a especialistas en el lenguaje para hablar, debatir y aunar conocimientos sobre temas de periodismo y del idioma español. Este año lo hacemos esta vez con un tema de triste actualidad: la crisis. Un tema que no sólo abre y cierra noticiarios, que llena cientos de páginas de periódicos, que suscita encendidos debates sociales y políticos…, sino que ha hecho que sean habituales, incluso para el discurso cotidiano, palabras y términos antes restringidos a un sector muy concreto y exclusivo, como recesión, prima de riesgo, euríbor o fondos de inversión.
No hay duda de que lenguaje y realidad forman una especial simbiosis. De la reflexión y del ejercicio de la responsabilidad siempre han salido proyectos positivos. Por eso, es un honor que los monasterios emilianenses sean cuna del debate, cada año, de periodistas, personas que tienen una gran responsabilidad en el ejercicio de su profesión, tal como afirmó la princesa Letizia: el rigor es el elemento esencial. El debate, lo que nos hace avanzar hacia el futuro.
Hoy reclamo la atención hacia nuestra Universidad. En el día que he presentado a empresarios y sindicatos el borrador del Plan de Empleo 2011-2015, reivindico la labor de nuestros universitarios. Profesores, investigadores y alumnos de una universidad, la Universidad de La Rioja, que en su juventud, ya ha conseguido múltiples logros. Diría más, nuestra universidad es uno de los mejores activos de esta Comunidad, y por eso tengo la convicción y la confianza de que será una gran palanca para el éxito colectivo, para lograr el crecimiento y generar empleo, que es mi principal objetivo.
Mi palabra y mi compromiso con la Universidad riojana quedó reflejado una vez más en el acto de apertura del curso, celebrado el pasado martes: a la UR no le va a faltar ni apoyo, ni financiación, ni estabilidad en lo que se refiere a este Presidente y a este Gobierno. Dicho ello, no podemos olvidar que la situación que nuestro país atraviesa, nos obliga a todos a cumplir nuestro cometido desde la máxima austeridad posible.
La Universidad cumplirá en breve 20 años y logra su mejor madurez este año, una vez adaptada al Espacio Europeo de Educación Superior, cuando ha sido seleccionada para formar parte del Campus Iberus, un proyecto estratégico basado en la unión de fuerzas y sinergias con nuestras universidades vecinas, porque el éxito hoy en día reside en la coordinación y en las alianzas.
Recientemente se publicaba un dato esperanzador para nuestros alumnos universitarios: de cada 10 jóvenes riojanos en paro, sólo 1 de ellos es titulado. Es decir, se ratifica la fórmula de formación, trabajo y esfuerzo igual a éxito. Y es que son tiempos difíciles que requieren de personas, como los universitarios, preparadas para hacer frente a las nuevas necesidades, de personas con iniciativa, emprendedoras, polivalentes, con conocimiento de idiomas; personas en las que esté presente una voluntad de permanente aprendizaje y que sepan transformar las amenazas y las debilidades en fortalezas y oportunidades.
‘Con la nueva juventud’ es el lema del congreso que Nuevas Generaciones celebró este sábado en Riojaforum, para renovar su ilusión por la política y su compromiso con La Rioja. Siempre que les hablo les pido lealtad al partido, pero no sumisión ni conformismo, porque considero que han de ser autónomos, rebeldes, reivindicativos, para ser útiles; útiles al PP, pero sobre todo, útiles a la sociedad riojana con el objetivo de enriquecer, entre todos, este proyecto colectivo.
Y es que, desde que llegué a la Presidencia de este partido, tuve claro que sin juventud no hay éxito. Quizás entonces lo hice con cierto egoísmo como candidato en vísperas de la cita electoral, pero soy estoy profundamente convencido de que los jóvenes son fundamentales en política. Que sin ellos, no hay ni continuidad ni futuro. Los resultados obtenidos, la responsabilidad otorgada en las diferentes administraciones a los más jóvenes y la creciente cantera popular, cada día mayor, avalan este modelo.
Carmen es la nueva Presidenta. Nerea su secretaria general. A ellas les deseo todo lo mejor porque han sido elegidas por su valía, su sencillez, su formación, su ilusión y su compromiso. Y porque son jóvenes que han sabido hacer suya la cultura de que sin trabajo, sin esfuerzo, no hay buen resultado; sin sacrificio, la sociedad no tiene futuro. Ellas –sin cuotas que valgan- y los jóvenes que les acompañan en NNGG deben saber que hoy en día no se regala nada a nadie, que deben trabajar duro día a día.
El testimonio en el congreso de personas como Dani o Diego, recientes alcaldes de Nalda o Ezcaray, deja claro que en el PP solo tienen cabida las personas trabajadoras, “los currantes”, los que tienen iniciativa, los emprendedores, los que están dispuestos a afrontar retos y a asumir responsabilidades. Nuestros jóvenes no son de acampadas y manifestaciones, aunque no les faltan motivos para estar indignados.
Estos jóvenes son los que el 20N darán su apoyo a Mariano Rajoy. El PP tiene que conseguir devolver la ilusión y la confianza en su país a toda una generación perdida por culpa de Zapatero. Por eso, el 20N es el momento de la nueva juventud, el momento de mirar al futuro, de apostar por las libertades, la ilusión, la confianza, el esfuerzo, el compromiso y el trabajo. Todos los valores que representan la nueva juventud de este país.
Con la sinceridad que les caracteriza a los niños, y con muchísima gracia me ha contestado uno de los alumnos: “somos todos de Medrano menos el profesor”. Y es que esas aulas me recordaban a las aulas de mi niñez en Igea, aunque las de ahora incorporen hasta ordenadores y más colorido, se respira en ellas la esencia de la Educación con mayúsculas, el ansia por querer aprender y reside en ellas la auténtica vocación del profesor.
20 niños son los que conforman la sección de Medrano perteneciente al CRA de Nalda. Colegios rurales agrupados (que eso es un CRA) a veces tan poco valorados o tan desconocidos. En una región como la nuestra, con tantos municipios, 174 nada más y nada menos, el trabajo a realizar en estos colegios del mundo rural es fundamental para toda la Comunidad, así como las figuras de sus docentes, con una labor impagable, desplazándose muchos de ellos todos los días desde la capital hasta pueblos tan distantes como el mío, Igea, como las Viniegras, u otros incluso más lejanos. En estos centros una sencilla reforma puede suponer mucho.
Lejos de ambicionar grandes proyectos de nuevos edificios, estos colegios exigen soluciones imaginativas, pequeñas ampliaciones, nuevos equipos, materiales… todo para contribuir al altísimo nivel de calidad en la educación que La Rioja se ha marcado en los últimos años y que la comunidad internacional así nos ha reconocido. En Medrano ha habido que quitarle un salón al bar para dárselo a la escuela. Los vecinos saben qué es prioritario en esta vida y la educación lo es.
Ahora los alumnos de Medrano cuentan con tres aulas, la de infantil (la nueva y más amplia), la de primaria y otra de apoyo. De eso se trata la política, de tomar decisiones que beneficien a todos, al bien común. De dar soluciones. La educación de los riojanos del futuro lo merece.
La educación en La Rioja es integración. El futuro de nuestra Comunidad pasa por una excelente formación de nuestros jóvenes, pero todo esfuerzo sería infructuoso si con su educación no consiguiéramos, no consiguieran, la integración. Integración de las diferentes culturas que forman nuestro ámbito educativo, convivencia de forma natural entre alumnos de cualquier raza y religión. Todo ello, teniendo siempre presente las raíces culturales de La Rioja y de España, las cuales hemos de fomentar junto a nuestro idioma como vehículo de integración.
Es un orgullo para todos que el Informe PISA siga considerando a La Rioja como una de las mejores de España y ello se debe, en gran medida, a la excelente labor de cientos de docentes por la integración de tantos alumnos inmigrantes, puesto que la tasa riojana ronda el 17% de estudiantes extranjeros.
Por eso, para agradecer este trabajo, y para demostrar que es posible en todos los centros, quise personalmente visitar el colegio San Francisco de Logroño, ubicado en pleno casco antiguo -frente al puente de piedra-: un centro en el que casi 7 de cada 10 alumnos son inmigrantes, procedentes sobre todo de Paquistán, Marruecos y Rumanía.
Los programas de refuerzo, orientación y apoyo, de educación compensatoria, las aulas de inmersión lingüística en el idioma castellano, medidas extraescolares específicas clases de lengua y cultura árabe o rumana, así como un proyecto propio “La huerta y la granja”, son algunas de las acciones desarrolladas por sus docentes para demostrar que la educación en La Rioja es el mejor instrumento para la convivencia.
El verde es un color que casi siempre connota valores positivos: la esperanza, el respeto a la naturaleza, la suerte…, y en este caso, la superación, la cantera, el deporte base. Me refiero al club deportivo Berceo, uno de las entidades decanas del deporte en Logroño y en La Rioja, convertida ahora en Sociedad Deportiva.
Y es que todos los años, a modo de anuario escolar, el club pasa revista a las diferentes categorías. Desde los semiprofesionales de tercera división, hasta los críos de categorías infantil y alevín, conformando, en una foto, una gran familia. Más de 20 equipos. Por esta entidad, en sus 62 años de vida, han pasado miles de chavales: las instalaciones del Mundial han visto formarse, entre ellos, figuras de primera división como el joven Borja Viguera, ahora en la Real, o nuestro campeón del mundo con la selección, Javi Martínez, del Athletic.
A Esteban Rubio, su Presidente, y a toda la gente del Berceo, mi agradecimiento por invitarme a la foto anual de familia.
Vivimos tiempos de crisis económica, cambios constantes y remodelaciones como las que vivimos ayer que no ayudan a ofrecer a los mercados exteriores la estabilidad que nuestro país necesita. Quizás en eso resida el hecho de que La Rioja esté aguantando mejor la crisis que el resto de Comunidades: la estabilidad institucional, la firmeza política, la seriedad, el trabajo, los acuerdos y la solidaridad.
En este marco, el viaje que realizábamos a Argentina y a Chile a primeros de mes fue fructífero y provechoso a nivel institucional y comercial. Gracias a las reuniones mantenidas con el Vicepresidente de Argentina, con tres Ministros de Chile, además del Presidente de CORFO –que equivaldría al Ministerio de la Industria y la Producción- se cerraron varios acuerdos en proyectos tan implicados con nuestra cultura y nuestra idiosincrasia, como la lengua, la educación, el vino, la agricultura, o proyectos de I+D+i de nuestros centros tecnológicos, entre otros.
Misiones como ésta certifican que La Rioja es tenida en cuenta en la comunidad internacional y goza de una proyección de futuro. Porque con estabilidad y con acuerdos, de la mano de los agentes económicos y sociales, conseguiremos que La Rioja sea una Comunidad todavía más abierta en un mundo globalizado y lograremos potenciar nuestras señas de identidad y nuestra participación en los mercados internacionales.
Por ello, el balance del viaje ha de ser positivo. Se han cumplido los objetivos primeros del viaje; a medio y largo plazo serán nuestras empresas las que deban valorarlo. La Rioja demuestra así que tiene voz en el exterior, que es una región a la que se le escucha, se le aprecia y se le tiene en cuenta.
Si no saliésemos al exterior, La Rioja tendría fecha de caducidad. Pero si lo hacemos sin mirar nuestras raíces, estamos muertos. Mirar a riojanos ilustres como Santos Tornero o Elías Romero que fueron emprendedores de importantes proyectos editoriales y educativos, pero fijar la mirada también en la solidaridad de nuestra tierra, que se materializa en tantos proyectos de cooperación que se desarrollan en Latinoamérica con resultados positivos. Solidaridad con los pueblos que acogieron a los emigrantes riojanos por un lado, y apoyo por otro a las colonias riojanas allí residentes, que agradecen enormemente nuestra presencia y son por sí mismas un motor muy importante de la promoción de la comunidad en el exterior.
Eso es para mí lo más importante del viaje: la emoción que he visto en todos los riojanos que allí residen. Por encima de todo, me quedo con su riojanismo; después de tantos años, mantienen y fomentan sus señas de identidad, sus raíces. Me quedo con esos jóvenes, ya descendientes de nuestra tierra, que participan en el grupo de danzas, que bailan a La Rioja, a su patrona y a su bandera con una ilusión indescriptible. Esa es la mejor misión institucional, la que ellos llevan a cabo.
Hoy quisiera haberles hecho una valoración del viaje a Argentina y Chile, pero la actualidad manda y me hace mirar a nuestros países hermanos con dos sentimientos muy diferentes, la alegría de un Premio Nobel hispano, y el pesar por el fallecimiento de uno de los nuestros.
Mario Vargas Llosa, literato universal, peruano y español (y también un poco riojano), recibió ayer la noticia de la concesión del Premio Nobel, el más alto de los honores en Literatura. Vargas Llosa es y seguirá siendo un embajador excepcional de nuestra tierra, de nuestra lengua y de nuestro vino. El título de Doctor Honoris Causa por nuestra joven Universidad y el galardón Prestigio Rioja de nuestro Consejo Regulador, sellaron hace años ya la relación de este maestro de las letras con La Rioja.
“¿Cómo eran estos primeros contadores de historias, anónimos, remotos, tan antiguos caso como los lenguajes que ayudaron a forjar y les permitieron la existencia?”
El autor peruano nos lanzaba esta pregunta en su discurso de investidura, una cuestión que nos hacía reflexionar sobre los orígenes del hombre y de las lenguas, a la par que nos hacia mirar hacia los raíces de nuestra lengua, hacia Gonzalo de Berceo, hacia San Millán de la Cogolla -su cuna fundacional-… Por eso, hoy siento orgullo de este galardón porque Mario Vargas Llosa ha enriquecido siempre, con su pluma y con su persona, nuestro patrimonio más rico, nuestra civilización y nuestra cultura.
Y como decía, la actualidad también presenta momentos amargos, como la noticia del fallecimiento del industrial Félix Galilea, natural de San Martín de Jubera, que fuera Vicecónsul de España en Chile. A su familia, mi más sincero pesar.
Prohibir los toros, en mi opinión, va en contra de los derechos de los ciudadanos que tienen la libertad de acudir o no a la plaza como a cualquier otro espectáculo. Prohibirlos no es positivo. Esta prohibición responde a unas circuntancias concretas, en una Comunidad concreta: un momento político electoralista y oportunista, en el que algunos piensan que pueden sacar rédito con la separación de España.
La dejación de funciones de Rodríguez Zapatero en asuntos relacionados con la cohesión, la vertebración y la defensa de la identidad de España está teniendo, cada día, consecuencias más negativas, y genera nuevos problemas, mayor confrontación y división entre los territorios y entre los españoles.
Su prohibición no es positiva desde el punto de vista del empleo, de la economía, la cultura y el medio ambiente, diría más, es una aberración, ya que la fiesta de los toros es una costumbre y una tradición en España, del pueblo más grande al pequeño, de la Real Maestranza a las calles de Igea, sin olvidar el empleo que crea y lo que mueve nuestra economía.
Por eso, me posiciono totalmente en contra de la prohibición, creo que hay tiempo y hay solución ya que las Cortes pueden derogar el decreto, y apelo para ello a la responsabilidad del Gobierno de España, con el fin de que no prospere este recorte de libertades, que va en contra de nuestra cultura, nuestras tradiciones y las señas de identidad de este país.
Esta mañana he compartido un excelente rato con mis amigos del Marqués de Vallejo: sus alumnos. Un rato muy agradable que me ha hecho recordar otros tiempos con responsabilidades en el centro. Pero sobre todo, he disfrutado al comprobar cómo estas personas, con dificultades, disfrutan y aprovehan su campamento de verano.
Un campamento que en su quinta edición se ha convertido ya en cita obligada, y que cumple dos objetivos, hacer que los padres tengan un respiro durante un tiempo; y dar a los niños una actividad de ocio y tiempo libre. Y sobre todo, no interrumpiendo en verano, su formación, su desarrollo evolutivo.
Nos han recibido a lo grande: con banderas de La Rioja y de España (tanto las que ondeaban como las que se habían pintado en los rostros), para dedicarnos después un emotivo concierto de percusión. Como decía Iñaki, su director, estos jóvenes rompen barreras todos los días, se ven tan válidos como los demás y nos muestran la esencia del cariño, de la sinceridad, del calor humano.
Enhorabuena desde aquí a los responsables del centro y del campamento por hacer a estos jóvenes cada verano un poco más felices.
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Como curiosidad, porque mucha gente me lo pregunta, el primer Marqués de Vallejo, del que recibe el nombre el centro, fue un exitoso hombre de banca y político natural de Soto en Cameros: Diego Fernández y Vallejo, contemporáneo y buen amigo de Cánovas del Castillo, dedicará toda su fortuna a la atención de enfermos y pobres tras el temprano fallecimiento de su único heredero. Un ejemplo de caridad de uno de nuestros más reconocidos riojanos (aunque poco conocida su labor en su tierra).