Queridos riojanas y riojanos,
Ser Presidente de la Comunidad de La Rioja es el más alto honor y máxima responsabilidad para quien, con vocación de servicio público, atiende a las necesidades de un pueblo que cree en su autogobierno. Un privilegio basado en la confianza y una responsabilidad sustentada en el trabajo por esta tierra fértil de gente extraordinaria.
Escribo estas líneas en mi localidad natal, Igea, donde he querido celebrar mi último acto público como presidente queriendo significar el fuerte vínculo físico, sentimental y de respeto que atesoro dentro de mí. Un vínculo lleno de valores que me une a esta tierra, La Rioja, y sus gentes, los riojanos.
Hoy me siento una persona afortunada que ha puesto lo mejor de sí misma al servicio de La Rioja y a la que se le ha permitido durante tan largo tiempo dedicarse con pasión a la noble actividad de la gestión política.
De un servidor público se espera siempre el acierto. Durante este largo período he intentado acertar con toda mi voluntad y conocimiento, aunque soy consciente de que no siempre lo he conseguido, y por tanto, necesariamente he de pedir perdón por los errores que haya podido cometer.
Quiero trasladar con estas líneas mi sincero y profundo sentimiento de gratitud a todas aquellas personas, organismos e instituciones que han colaborado conmigo en el trabajo y la responsabilidad que me tocó ejercer. Gracias, en primer lugar, a los riojanos de los que tuve el apoyo mayoritario para representarlos y a los que siempre he dedicado mi más leal y bienintencionada actividad. Gracias, a todas las personas con las que durante estos años colaboré, coincidí, discrepé, polemicé, ayudé o me ayudaron; a todos sin excepción, pues de todos he recibido enseñanzas y conocimientos que me han permitido intentar mejorar cada día. Gracias a todos.
Miro al futuro y muestro mi más absoluta lealtad y compromiso con La Rioja desde los cometidos que su pueblo –representado en el Parlamento de La Rioja- entienda encomendarme. Hago explícito mis sentimientos de cariño, de respeto y de colaboración al futuro Presidente de la Comunidad de La Rioja, José Ignacio Ceniceros. Quedo a su servicio para contribuir al progreso económico y social de nuestra Comunidad, a la mejora del bienestar de todos los riojanos.
Una fe inquebrantable en las riojanas y riojanos, en nuestra tierra, me hace concebir ese futuro mejor. Y desde un riojanismo constructivo me permito gritar: ¡Viva La Rioja!
En Igea, a 27 de junio de 2015.
Pedro Sanz
Presidente de la Comunidad Autónoma de La Rioja