Queridos riojanos y riojanas.
Un año más, quiero dirigirme a vosotros para felicitaros la Navidad, tener un recuerdo para aquellos que ya no están con nosotros y expresaros mis mejores deseos para el Año Nuevo. Y, en estas fechas tan especiales, deseo transmitiros un mensaje de confianza e ilusión porque La Rioja puede mirar al futuro con esperanza.
Este año que ahora termina, los riojanos hemos dado la talla en un contexto nacional difícil. Los efectos de la crisis y el paro siguen haciendo mella en nuestra sociedad, pero La Rioja ha resistido mejor y, hoy podemos decir con orgullo que estamos en mejor situación que la mayoría porque hicimos antes los deberes.
Somos una comunidad que cumplimos y en la que se puede confiar. Una comunidad cohesionada y solidaria. Una comunidad con plena confianza en nuestra Constitución como garantía de futuro para todos los españoles en condiciones de igualdad. Una comunidad comprometida con el Gobierno de España en fortalecer su unidad en defensa de los intereses de todos los españoles.
Han pasado 17 años desde el reconocimiento por parte de UNESCO de los monasterios de San Millán de la Cogolla como Patrimonio de la Humanidad. Pudiera parecer que todo está hecho. Y no, nada más lejos de la realidad. San Millán sigue siendo un valor en alza, un valor económico, cultural y político de nuestra región. Más vivo que nunca, aunque a veces me da la sensación de que toda esa actividad no llega a los ciudadanos.
El pasado viernes los miembros del Patronato de la Fundación San Millán hacíamos balance del año, centrándonos en tres pilares en los que se basaba el compromiso de la Declaración como Bienes Culturales:
1.- PATRIMONIO: la recuperación de los monasterios. La Fundación ha realizado un excelente trabajo desde su nacimiento, hace 15 años, tanto en el cuidado y protección de los monasterios de Suso y Yuso, como en la difusión de la riqueza de la lengua castellana por todo el mundo. Los trabajos de restauración están prácticamente acabados, y aunque todavía no lo puedo desvelar, tendremos una buena noticia al respecto a comienzos de 2014.
2.- INVESTIGACIÓN: estudio y conservación de la lengua. El Centro Internacional de Investigación de la Lengua Española, Cilengua, es un referente internacional en el estudio de los orígenes de nuestra lengua, gracias al trabajo desarrollado por los tres institutos que lo vertebran. Un empeño que se visualiza cada año en la publicación de numerosas monografías, el mantenimiento y ampliación de un fondo bibliográfico especializado cada vez mayor, y la organización de congresos de consolidado reconocimiento fuera de nuestras fronteras.
3.- MOTOR ECONÓMICO: el aprovechamiento de todo ello a través del turismo. Más de 2 millones de turistas han pasado desde aquella declaración. En este sentido, quiero destacar que han sido casi 150.000 visitas en 2013 gracias, en buena parte, al amplio programa de actividades promovidos desde Emilianensis, un programa de la Fundación que nacía en 2007 buscando la concienciación social de los riojanos hacia los monasterios, incidiendo en su mejor base, los escolares. Por su aula educativa han pasado ya 6000 alumnos: una extraordinaria inversión de futuro.
Gracias a la colaboración con diferentes entidades -Fundación Iberdrola en la restauración de volúmenes de la Biblioteca de Yuso; Fundéu BBVA en la ya octava edición del Seminario Internacional de Lengua y Periodismo; Universidad Internacional de La Florida en la organización de cursos para promocionar el turismo cultural de nuestra región-, gracias a la colaboración entre instituciones públicas y entidades privadas, nos encontramos ante una Fundación saneada económicamente y con unos monasterios que siguen siendo un valor cultural y económico en alza, de los cuales podemos estar muy orgullosos.
Cuando hablamos de excelencia empresarial, de competitividad, gestión eficiente, buenos resultados… siempre pensamos en grandes industrias, abultadas cifras económicas, es decir, el lado menos humano de las empresas. Sin embargo, muchos proyectos empresariales centran todos sus esfuerzos en las personas, los conocidos como servicios sociales, en mejorar su tratamiento, en ofrecer servicios de excelencia. Y ese trabajo es digno de reconocer.
Ayer entregábamos los Premios y Reconocimientos ‘Rioja Excelencia Empresarial’, correspondientes ya a su sexta edición. Unos premios que reconocen la eficiencia y buen hacer de las empresas riojanas que han contribuido al desarrollo y competitividad de nuestra economía en el último año.
Si bien todas las entidades premiadas son un ejemplo del esfuerzo por promover una gestión eficiente de cara a mejorar su competitividad, quiero destacar la implicación de las organizaciones dedicadas a la atención a las personas. Entidades que han apostado por implantar modelos de excelencia, modelos EFQM, en la gestión íntegra de su organización: ARAD (Asociación Riojana para la Atención a personas con problemas de Drogas), la Residencia Santa Cruz o ARPA Autismo Rioja. No quiero olvidar tampoco el esfuerzo de otras entidades como ASPACE Rioja, priorizando actuaciones con impacto en los clientes; o el de la Residencia San Agustín, que inicia ahora el proceso de implantación de la excelencia.
Una sociedad, por mucho que obtenga buenos resultados económicos, no será nada si no se esmera con los más necesitados. Es por eso que me siento orgulloso de una sociedad como la riojana, cuyos empresarios, organizaciones y trabajadores se desviven día a día por ofrecer unos mejores servicios, más cercanos… más humanos.