Nuestro patrimonio: Banco de España

Fotografía de Camila Pastorelli

Fotografía de Camila Pastorelli

Presentaba hace unos días la próxima edición de La Rioja Tierra Abierta, que tendrá lugar en Haro desde marzo a octubre de 2013. ‘Luces de modernidad’ recorrerá el auge económico de la ciudad jarrera en el siglo XIX en varias sedes, entre ellas, el edificio del Banco de España. Y es que Haro fue una de las siete ciudades españolas, que sin ser capital de provincia, contó con sucursal del Banco de España, concretamente desde 1892, debido a la pujanza de la actividad vitivinícola tras las plagas de filoxera en Francia, que acabaron con los viñedos de dicha nación.

Siete años antes, en 1885, abría sus puertas la primera sucursal de Logroño, concretamente en el número 8 de la calle Mayor; el edificio que hoy todos conocemos, también en el número 8 de Vara de Rey, se inauguró en 1957 coincidiendo con el crecimiento de la ciudad en torno al nuevo trazado del ferrocarril a lo largo de Gran Vía. Su arquitecto José Yarnoz, creó un modelo de fachadas a nivel nacional para el Banco que representaba la oficialidad, la solemnidad: ocho pilastras con capitel corintio de estilo greco-romano jalonan su fachada, y en el interior, el mármol y la madera nos hacen volver a respirar el ambiente de mediados de siglo.

Tras 54 años de funcionamiento, el banco cerraba sus oficinas al público el 31 de mayo de 2011. En la actualidad, gracias a la pronta gestión del Presidente del Gobierno de la Nación, el edificio vuelve a formar parte del patrimonio de los riojanos. Era una de nuestras reivindicaciones y algo que se había prometido a los riojanos. Un edificio emblemático ubicado en el mejor lugar de la ciudad de Logroño que se unirá al patrimonio institucional al servicio de todos.

PD: Galerías de la visita en larioja.comlarioja.org.

Los encantos de la Sierra

hoyosRecorrer los 30 kilómetros que marcan la marcha senderista de Hoyos de Iregua no es andar por andar sino disfrutar enormemente del ejercicio físico, el tesoro natural y el patrimonio cultural de la sierra de Cebollera. Uno de los placeres escondidos de La Rioja.

Casi un millar de participantes pudimos disfrutar este domingo de lo preciosa que está nuestra sierra a pesar de lo poco que ha llovido este año. Recorrer los primeros kilómetros, los más duros de esta marcha, se hace más fácil al hacerlo entre amigos. La subida hasta el collado el Aspa se encarga de recordarte la dureza de la prueba pero la madrugada merece la pena: visitar Lomos de Orio, atravesar el collado de Sancho Viejo, las vistas del embalse de Pajares, la laguna de la Nava… para acabar por la vía romana del Iregua que conduce hasta Villoslada. Una ruta de escape hacia tiempos pastoriles, tiempos en los que los ganados trashumantes iniciaban el domingo del Rosario su marcha para la Extremadura.

La sierra riojana acoge estos días a muchos aficionados a la micología, a amantes de nuestra fauna que se acercan a escuchar y ver la berrea de los ciervos, curiosos de la artesanía, de las leyendas y tradiciones de nuestros pueblos. Con la llegada del otoño, y colores ocres, amarillos y rojizos que comienzan a tomar los hayedos, es un buen momento para conocer mejor el parque natural de Cebollera, para conocer y disfrutar de los encantos de la Sierra. Y esta marcha, la de Hoyos de Iregua, que ha cumplido este año su 18ª edición, es una excelente forma de promocionar La Rioja.

PD:  Enlace a la galería de fotos de Miguel Herreros.