Cuando alguien que te da confianza, te invita a su casa, te escucha, te pregunta, te atiende y se sincera, se establece una sintonía especial, la colaboración fluye, todo es mucho más fácil.
Se notan nuevos tiempos en La Moncloa. La visita de esta tarde, en un día difícil en lo económico, ha sido entrañable en lo personal. Conozco y valoro mucho a Mariano Rajoy desde hace décadas. La reunión de esta tarde ha sido necesaria y fructífera para España y para La Rioja: llevaba el maletín con muchas tareas pendientes que dejaron sin solucionar otros; regreso a casa con optimismo y con muy buenas noticias para nuestra Comunidad.
Los que somos de La Rioja y los que vivimos en Logroño tenemos la suerte de contar con productos de la tierra, de nuestra tierra, de excelente calidad. De esta forma, hacemos bandera de nuestra tierra cada vez que el calendario nos brinda citas con lo mejor de nuestra gastronomía, la que tiene sus raíces en la fértil huerta del Ebro.
En mayo la visita es obligada a Varea, huerta y despensa de la capital de La Rioja. La ciudad romana organiza desde hace años el Mercado de la Huerta de Varea para dar a conocer sus productos hortofrutícolas. Así, este pasado domingo, pudimos comprar y degustar unas excelentes alcachofas, acelgas, lechugas, puerros… todos ellos de primerísima calidad. Y echamos en falta el color y el sabor que ponen las cerezas de Varea, cuya cosecha arrancará la semana que viene gracias al buen tiempo que hizo en marzo.
Son productos que se ofrecen al mejor precio, recién cogidos, directamente de manos del agricultor al consumidor: un modelo de negocio de éxito, que en La Rioja nos acerca a nuestras mesas los mejores frutos del campo. Estampas similares son en septiembre las del mercado de los pimientos o del concurso agrícola de Logroño, que se celebra en la calle Portales, auténtico corazón de la ciudad el domingo anterior a San Mateo.
El mercado de Varea se completa con la muestra de artesanía, que recorre desde la apicultura de manos de la empresa local Campomiel hasta las botas de Félix Barbero, botero de Varea ilustre representante de la artesanía de La Rioja. Pero la visita a Varea se debe completar, desde mi opinión, con un inexcusable paseo por sus huertas, ubicadas entre el Ebro y la carretera antigua de Zaragoza; un recorrido de hora y media desde el parque del Ebro, la desembocadura del Iregua, hasta la Dehesa, que permite descubrir el secreto de estas huertos, que no es otro que el trabajo y cariño de sus gentes.
Por una buena causa a veces uno tiene que cambiar su atuendo habitual y enfundarse otra camiseta. Por una causa solidaria anoche tuve el honor de lucir la elástica de la solidaridad y compartir cancha con unas grandes personas: “Titín y amigos”.
Al estilo de Ronaldo o Zidane en los partidos contra la pobreza, ayer se celebró el quinto festival solidario, en torno la figura de Augusto Ibáñez, a favor de la Coordinadora de ONG de La Rioja . Como dicen hoy los medios, “la pelota fue la excusa” para hermanar, otra vez, la política, el deporte y las ganas de ayudar.
Durante el festival pudimos descubrir auténticos talentos ocultos de la pelota: el ciclista Carlos Coloma, el exrojiblanco Pedro, o la propia alcaldesa, que fue la más aplaudida y cuya derecha apunta muy alto, un rival muy difícil para vencer en los cuadros delanteros. Valga esta ‘licencia’ para agradecer a los organizadores la invitación a colaborar, pasándolo muy bien, por una buena causa.
Como bien dijo Augusto (en un gesto del campeón que es) “al paso que van nuestros pelotaris, pronto habrá que cambiar de nombre y llamarle ‘Merino y amigos’ o ‘Cecilio y amigos’, que ellos son también grandes campeones a pesar de su insultante juventud“. Lo que está claro es que en La Rioja nunca faltará alguien dispuesto a colaborar, a echar una mano (el público así lo demostró también con su aportación), con el gran Augusto Ibáñez el primero. En La Rioja nunca faltarán los amigos de la solidaridad.