Todos los años son de la Juventud

Todos los años son de la Juventud. Sí, el año pasado declaramos el 2010 como Año de la Juventud en La Rioja, y es bueno hacerlo a nivel institucional, pero en mi opinión, todos los días, todos los meses y todos los años son los de nuestros jóvenes. Porque de ellos es el presente y también está en sus manos el futuro.

Y es bueno que la sociedad sea agradecida con sus jóvenes. No son como muchas veces los pintamos. La juventud riojana, como la española en general, es sana, sencilla, trabajadora, aunque hayan cambiado las modas o los estilos.

Por eso quiero agradecer la colaboración de tantos colectivos que colaboran en el día a día de nuestra Comunidad, a través de sus colectivos y asociaciones, y en especial a los que lo hicieron durante el Año de la Juventud. Mi aliento para todos, para que os sigáis implicando y esforzando para alcanzar vuestras metas en la vida, sin perder nunca la ilusión, ya que es ésa una receta que siempre da buenos resultados.

Cada vez más cerca de nuestros mayores

Esta semana ya se puede decir que ha llegado el invierno: los termómetros marcan cuotas bajo cero en toda La Rioja y nuestra sierra ha amanecido nevada. Estas condiciones, aunque normales para estas fechas, hacen que me acuerde de tantos mayores, y tantas personas con problemas de movilidad, que estos días no salen de sus domicilios. A veces no lo hacen durante semanas. A ellos, familiares y administración les debemos la mejor atención, el más atento y el más cálido de nuestros servicios.

Por eso, hace unos días visitaba la centralita desde la que se gestiona el servicio de teleasistencia regional. Y es que para muchas personas, el mero hecho de pulsar un botón, supone tener alguien a lado, a la vez que se moviliza todo un servicio de emergencias. 24 horas alertas, vigilantes, dando cariño; 365 días de atención al otro lado de la línea telefónica.

El botón rojo siempre a mano. No tiene por qué ser nada grave, cosas que pueden pasar. Muchas veces la más grave es la sensación de soledad y el personal de Cruz Roja que atiende este servicio, concertado por el Gobierno de La Rioja, lo sabe. No son meras voces, son personas a pesar de la distancia.

Es por ello que los riojanos nos sentimos orgullosos de una prestación social gratuita que da mayor autonomía y calidad de vida a nuestros mayores, con el objetivo de que puedan seguir en sus propios domicilios sin tener que acudir a un centro de día o residencia, pero dotados de medidas de seguridad.

En una tierra como la nuestra, para muchos mayores es muy doloroso tener que salir de su pueblo, dejar su hogar, y gracias a la teleasistencia, pueden evitarlo.

Quizás sea una de las mejores aplicaciones sociales de la informática y las nuevas tecnologías al día a día de los ciudadanos. Detectores de caídas, de humos, dispositivos de “teclas grandes, telelocalizadores… a disposición de 1400 riojanos que se benefician ya de ellos.

Irene es una de las personas que atienden en la centralita de forma inmediata. Ella pone voz a muchos profesionales que velan día y noche. A ellos hay que darles muchas gracias por darles, en días fríos como estos, tanto calor a nuestros mayores.

Al otro lado de la línea

San Millán, en su máximo esplendor

En momentos como éste, al ver concluidos los trabajos de restauración de la iglesia de del Monasterio de Yuso, a los riojanos y a todos los hispanohablantes nos viene el recuerdo del momento de su declaración como Patrimonio de la Humanidad: un hito cuya trascendencia para La Rioja es imposible de calcular, a nivel de autoestima, de proyección cultural y turística. Aquel diciembre de 1997 fue una de las fechas más bonitas que he podido vivir como Presidente: era la primera vez que en la sede de la UNESCO y en acto oficial se hablaba en castellano.

Pero aquello no terminó allí, ya que adquirimos dos compromisos claros: la creación de un centro de investigación puntero de nuestro idioma y la restauración íntegra de los dos monasterios. Con la colaboración de toda la sociedad riojana iniciamos a caminar.

En esta etapa final hay que acordarse de tantos patronos, muchos benefactores, muchos empresarios, que han recorrido este camino de la mano del Gobierno de La Rioja, de la Fundación San Millán y de la propia comunidad de Agustinos Recoletos.

Al ver cómo ha quedado la iglesia de la Asunción de Nuestra Señora, después de tres años de trabajos, nos sentimos honrados, orgullosos, porque parece que uno ve un templo diferente. Los restauradores, gracias al apoyo de Fundación Caja Madrid, le han dado todo su esplendor, le han sacado los mejores valores: es mucho más que una obra civil, porque se han abierto las puertas para mostrar, de modo didáctico, a nuestros más pequeños el valor que este templo tiene. Y nos ha servido también para conocer datos de los orígenes del monasterio que desconocíamos, como fueron los restos arqueológicos de la primitiva iglesia románica.

Hemos demostrado cómo juntos se consigue el éxito. Y entre todos, hemos conseguido poner en valor uno de nuestros emblemas, la lengua castellana y sus orígenes radicados en nuestros monasterios, y ahora, devolver su esplendor a uno de los templos monásticos más relevantes del patrimonio histórico español.

Orgullosos de nuestro folclore

La Bene acoge desde este lunes una muestra de nuestros trajes populares, los que usa y exhibe con orgullo nuestro folclore. El que fuera otrora edificio de la Beneficencia y Asilo Provincial, y acogiera incluso la imprenta del Boletín Oficial, se va convirtiendo poco a poco en sede del folclore riojano. Y es que, además de acoger la Consejería de Cultura, sus aulas han visto dar clase al maestro Fernández Rojas, gran compositor y recopilador de nuestra música más tradicional, y albergan actualmente las lecciones de las Escuelas regionales de Jotas y de Cuerda.

Sus dos salas de exposiciones, la de la antigua capilla y la del salón de columnas, han acogido diferentes muestras de folclore, como la que procedente del Museo Municipal calagurritano y que el año pasado, con motivo del Día de La Rioja mostraba más de un centenar de trajes a escala de nuestros municipios.

Ahora es la propia entrada del edificio la que reúne los trajes de serrana, de Albelda, o de peregrina, entre otros, para recibir a los alumnos que van al Conservatorio de Música. Queremos que la muestra sea permanente y que vaya creciendo poco a poco con la colaboración de los diferentes grupos, porque entre todos debemos poner en valor nuestra cultura más popular y no olvidarnos nunca de nuestra historia más común, más alegre y más viva.  Fortalecer lo nuestro, lo que nos une, lo que nos es propio es nuestro objetivo para hacer de nuestra Comunidad un lugar del que los riojanos cada día nos sintamos más orgullosos.

La patata con DNI

La patata es uno de los productos más propios de nuestra tierra. Sobra decir lo recurrente que es nuestra gastronomía con ella, teniendo como estandarte las que se dicen a la riojana, una de las recetas más conocidas de nuestros fogones. Son muchas las fiestas populares que tienen como protagonista a la patata, aunque quizás las más populares sean las patatadas de Bañares o Valgañón, o el festival de la patata brava de Villar de Torre. Y todo ello ¿en base a qué? Pues tienen la culpa más de 1.900 hectáreas sembradas y una producción cercana a las 90.000 toneladas al año, ubicadas en su mayoría en La Rioja Alta, en la comarca de Santo Domingo.

Por eso es normal que el almacén de patatas más grande de España esté aquí, en La Rioja, en Santo Domingo de la Calzada: Almacenes Rubio. Les aseguro que merece la pena ver su nueva planta, inaugurada en junio del año pasado, aunque su actividad la arrancara el abuelo de los actuales propietarios allá por inicios de los 80. Con ese fin la he visitado esta semana en compañía de mi buen amigo y compañero del Partido Popular, Miguel Arias Cañete, ex-Ministro de Agricultura.

Y es que la saga de los Rubio ha apostado por la innovación para conseguir la máxima calidad, para alcanzar una diferenciación, un plus de exigencia, que las convierte, como bien reza su lema publicitario, en las únicas patatas con DNI. Enormes líneas de lavado y selección de las patatas dan vida a un almacén caracterizado por la maquinaria más puntera de España. Un proceso digno de ver durante el lavado y cepillado del producto que permite hasta 100 posibilidades diferentes a la hora de clasificar la patata, según las necesidades.

Con casos como éste, muchas veces le apena a uno el que no valoremos suficientemente lo que tenemos en nuestra tierra, nuestro potencial humano, ese ímpetu empresarial. Esta empresa es líder a nivel nacional e internacional en su sector, y muchos riojanos, la desconocen. Es un buen ejemplo de cómo una pyme del sector primario, apostando por la competitividad y la innovación, puede afrontar la crisis económica con el mejor de los optimismos. Buen trabajo.

Ni un niño sin juguete

Hoy vivimos un día especial, con la llegada de los Reyes Magos y la ilusión que generan en todos nuestros hogares. Esta mañana les entregaba personalmente mi carta en su visita al Palacio de Gobierno.

En ella reflejo mis deseos para este año: trabajo, que tanto empleo necesita nuestro país; salud para los que luchan contra la enfermedad; calor y cariño para los que se sienten solos en estos días tan importantes; y protección, fuerza y ánimo para todas esas familias que tienen difícil llegar a fin de mes.

Pero sobre todo, una petición especial recoge esta carta, y ésta va dirigida para los niños, que representan nuestro futuro. Queridos Majestades, deseo esta noche no haya en La Rioja ni un niño sin juguete, sin un plato de comida, sin una mirada de cariño.

En ese sentido quiero destacar una de tantas iniciativas que se han llevado a cabo en nuestra tierra para que todos los niños tengan su regalo en esta noche mágica: la Cocina Económica y el IRJ han recogido durante semanas juguetes para los hijos de este comedor social, para los hijos de las familias que viven en sus pisos de acogida y para los hijos de los reclusos internos en Logroño. Jugar es sonreír rezaba el lema de la campaña. Pese a que son tiempos difíciles, esta noche en todos nuestros hogares tiene que brillar, al menos, una sonrisa.

Sonrisas que compartíamos anoche también en lo que es mi otra familia, mi familia “política”, la del Partido Popular, junto a Cuca y junto a decenas de niños que nos transmitían, entre gritos, carreras y juegos, sus deseos, sus sueños ya puestos en la llegada de sus Majestades de Oriente. Ójala esos deseos se hagan esta noche realidad.