El milagro del primer mosto

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La Rioja está de fiesta y Logroño, en las fiestas de la Vendimia, muestra con orgullo su capitalidad. Para mí es un privilegio asistir al pisado de las primeras uvas recogidas en mi tierra y de contemplar el milagro del primer mosto. Porque este acto, no es un mero acto más del programa de fiestas, sino que supone la esencia pura del riojanismo. Por eso, en un día como hoy en el que hasta los más pequeños se enfundan nuestro traje regional, es muy bello sentir pasión por la tierra en la que vives, en la que vivieron tus padres, y en la que vivirán nuestros hijos.

Si los riojanos somos trabajadores, responsables y acogedores, nuestros vinos, el fruto de siglos de saber hacer, no pueden ser de otra forma. A todos los riojanos quiero invitar hoy a mirar al futuro con optimismo; a mostrarnos orgullosos de ser y sentirnos riojanos; a esforzarnos por mejorar día a día.

Por ello, por el futuro, por el vino, por todos los riojanos, por los que están con nosotros y por los que están más allá de nuestra tierra y tan bien nos representan, por la prosperidad, por la salud, con este primer mosto del año 2010 os propongo que brindemos. ¡Viva La Rioja!

Chupinazo y zurracapote, por todos los logroñeses

El sábado fue un día especial. Comenzaron las fiestas de Logroño, mi ciudad. Y la gente se echó a la calle desde primera hora de la mañana. Yo soy de los que me gusta almorzar (huevo frito con pimientos y un poco de lomo) antes de empezar toda esta juerga, y veo que las cuadrillas más jóvenes comparten esta costumbre, tan arraigada en nuestros pueblos.

La plaza como siempre, a reventar. El ánimo, mejor imposible. El Alcalde nos abrió un año más las puertas del Ayuntamiento para compartir ese momento mágico que supone, al explotar el cohete, el inicio de una semana completa de fiestas. Y a continuación, los brindis. Con las actuales autoridades, con los vendimiadores, con Cuca (la futura alcaldesa, y con tantos, tantos amigos.

Y por la tarde, ya en la calle Portales, ese acto que ya se ha vuelto tradicional: cada peña, cada cuadrilla, ha de abrir las puertas de su chamizo y probar, tras días en reposo, su zurracapote. Sirva este zurracapote, para brindar, porrón en mano, por todos los logroñeses. ¡Viva San Mateo!

Con mi patrona, la Virgen del Villar

Me siento orgulloso de haber nacido en Igea y por eso, todos los años hago todo lo posible para estar con mi patrona, la Virgen del Villar.

Una devoción que según la leyenda se remonta a antes de la invasión árabe y que los igeanos honramos desde el primer fin de semana de mayo en la iglesia parroquial, hasta el primer domingo de septiembre: un día después, bien temprano, es cuando se devuelve en procesión hasta su ermita, en el cerro del Villar, a unos tres kilómetros del municipio en dirección a Cornago.

El día de la fiesta, poco después de amanecer y a modo de diana, se canta la última campanilla, cánticos en honor a la Virgen que despiertan a Igea durante los días previos que dura la novena. La imagen, del siglo XII, es adornada con las mejores flores, y todo el pueblo entona múltiples cánticos para acabar, ya en su ermita, con el tradicional himno: “que sois flor en nuestro campo, fragancia celestial. Es honra de nuestro pueblo, tu  protección singular”. Hace unos años, muchos vecinos subían descalzos hasta el paraje como ofrenda a la Virgen.

Acabada la misa, y tras el tradicional reparto de preñaos, ya el jolgorio se hace latente, la rondalla de Linares o la Pacheca animan nuestras calles y la gente se lanza al esperado encierro en la calle Mayor. A pesar de que me recomiendan evitarlo, mi sangre riojabajeña no me permite quedarme tras el burladero, y más si como en este año, algunos pretenden prohibir lo que para otros supone cultura y tradición. Así que ahí me veis, con el capote en mano. Todo por mi pueblo y por mi patrona.

Fin de semana en la Reserva de la Biosfera

El pasado domingo la agenda del Presidente marcaba tres inauguraciones en la misma mañana. Y muchas veces todos criticamos ese afán los políticos por inaugurar, por cortar cintas. Y nada más lejos de la realidad, me explico: aprovechamos las fiestas de Zarzosa para inaugurar una obra, y de paso, visitamos varias actuaciones desarrolladas en Munilla. He de reconocer que como Presidente, me gustaría poder estar más veces, y más tiempo, en los pueblos más pequeños, con sus vecinos. Por eso, romper la agenda habitual y disfrutar del domingo en esta zona, siempre es de agrado. Una zona, la de la Sierra de la Hez, el valle del Cidacos y la Reserva de la Biosfera que ha sufrido en los últimos años una notable transformación.

Claudio, el alcalde de Munilla, nos esperaba en la aldea Peroblasco con casi medio centenar de vecinos, para inaugurar el empedrado de la Plaza Mayor y de la calle Colladillo, contigua. La gente agradece infinitamente que el Presidente visite su municipio. También quedé gratamente sorprendido de la afluencia de personal, de turistas y vecinos, en Munilla, donde acababan de terminar las fiestas de la Virgen de la Soledad. Petra, una joven de 92 años, y digo Joven con mayúsculas porque ¡menudo espíritu!, fue la encargada de descubrir la placa con que se estrenaba la plaza de Santa María y la rehabilitación de la fuente. Una fuente de 4 caños y piedra de sillería a la que los vecinos tienen mucho cariño, por qué no decirlo.

A mediodía nos recibieron con los brazos abiertos los vecinos de Zarzosa, y su alcalde -José María- al frente, que celebraban la fiesta de la Virgen de Canalejas, para inaugurar junto al Zagal y a la Zagala 2010 la nueva plaza de la Iglesia y conocer una buena obra para el pueblo, la nueva pista polideportiva. Más tarde, con Carlos, Raquel, María, asistimos a los actos religiosos en la ermita, que está bastante bien conservada.

Un día en el alto Cidacos que sabe a poco, cuando uno comprueba el trabajo bien hecho, el desarrollo de estos municipios, cómo eran estos pueblos, por ejemplo, cuando entró de alcalde José María, hace 15 años,  y el excelente cambio, a mejor, que han vivido hasta ahora.