Mi homenaje a los agricultores riojanos

En Alimentaria

En Alimentaria

Últimamente vengo hablando (o, mejor dicho, escribiendo) en este blog de los rasgos distintivos que nos marcan a los riojanos. Y hoy, a raíz de mi presencia ayer en Alimentaria, quiero subrayar un concepto tan arraigado en nuestra tierra: la Agricultura, con mayúscula. La Agricultura como seña de identidad y la profesión de agricultor como rasgo característico de nuestra región: porque el campo y el medio rural adquieren en La Rioja una importancia especial hasta obtener la categoría de cultura.

La Rioja Agricultura. Cultura de la Tierra es el lema de la nueva campaña institucional que hemos puesto en marcha para promocionar esto que nos distingue: la fortaleza de nuestro sector primario. Es una campaña que tiene como protagonistas el rostro y las manos -trabajadas-, de Milagros, Alfonso, Luis Mari o Fernando. Ellos, riojanos de carne y hueso, con nombres y apellidos y no modelos retocados con photoshop, son el ejemplo de miles de agricultores, viticultores, ganaderos o artesanos quen de forma anónima, hacen región con su trabajo día a día.

Nadie sabe tanto de la tierra como ellos. Por eso, debemos reivindicar el agro riojano como una pieza básica en el desarrollo de esta región y como el verdadero motor de nuestra actividad económica y de la sociedad en la que vivimos.

El empeño que ponen estas personas y la experiencia que demuestran como profesionales son la auténtica garantía de la calidad de sus frutos. Calidad en origen y origen Rioja. La Rioja y los riojanos, la tierra y las personas, son protagonistas en Alimentaria.

La sabiduría de nuestros mayores

Con Eugenio y Ascen

Con Eugenio y Ascen

La semana pasada nuestros mayores celebraron su asamblea anual. Asociaciones de personas mayores de los 174 municipios de nuestra región “bajaron” (o “subieron”), como dicen ellos, a Logroño para celebrar su fiesta. Un día que para ellos es un merecido homenaje a sus vidas, a sus carreras y a sus personas. ¡Cuánta experiencia y cuánta sabiduría reunida en una sala!

La vitalidad de los colectivos es fundamental en cualquier sector de nuestra sociedad. Por eso, la función de mover a la sociedad que realizan las asociaciones de personas mayores es digna de mi felicitación y aplauso. Estas asociaciones trabajan, junto a las instituciones, para mejorar los servicios y las prestaciones a nuestros mayores y para lograr su autonomía personal. Por eso cuentan con toda nuestra colaboración, todo nuestro apoyo. Para que La Rioja sea, cada día, más participativa, más integradora y esté mejor vertebrada.

Y, si bien hay que reconocer la función de los colectivos, quiero hacer especial mención a las personas que los integran, los que tiran del carro. Personas de un voluntarismo impresinante que trabajan al servicio de las personas mayores y mayores que dedican su tiempo libre a sus asociaciones. Eugenio y Ascensión, de 98 y 97 años, de San Vicente y Briones, pusieron cara el otro día a miles de mayores riojanos al recibir el homenaje como los asociados de más edad.

Mayores que son tesoros, nuestro mayor tesoro, valga la redundancia. Mayores que han vivido en primera persona y en sus propias carnes la transformación radical de nuestra sociedad en solo dos generaciones. Personas sabias con las que me encanta hablar, o más que hablar escucharles, por lo que uno aprende cuando hacen la memoria personal de sus vidas.

Me lo pasé en grande recordando con Ascen y Eugenio los deliciosos calostros que me daba de postre mi madre. Los calostros, esa primera leche de la vaca recién parida, la más sabrosa, la que más sustancia contiene (lo explico por si lo lee algún joven o algún urbanita), me sirve ahora como metáfora de esta generación de mayores: la mejor vacuna y la mejor vitamina para las nuevas generaciones. La más sabia y la que más vida tiene.

De La Rioja a Extremadura

Congreso "Los cacereños que vinieron de lejos"

Ya se van los pastores, ya se van marchando,
ya se queda la sierra, triste y callando.
Ya se van los pastores, a la Extremadura,
ya se queda la sierra triste y oscura.

A cualquiera que escuche esta melodía tal vez le venga a la memoria el Espolón logroñés: el carrillón de Ibercaja. Pero esa música nos lleva mucho más lejos, siglos atrás, por las cañadas reales… hasta Extremadura. Cientos de cameranos dejaron sus pueblos para emprender nuevas vidas: algunos de ellos pasaron sin pena ni gloria pero otros muchos consiguieron hacer fortuna, tener relevancia y prestigio social, y dejar su huella en los lugares donde les acogieron. Cameranos que llevaban a La Rioja en el corazón e hicieron patria de su tierra.

Estos días en Cáceres se ha celebrado un interesante congreso bajo el título Los cacereños que vinieron de lejos. Los cameranos, como allí los conocen, “que llegaron de allá arriba” (así lo dicen). El martes tuve la suerte de conocer durante la inauguración a descendientes de aquellos riojanos que se sentían emocionados de poder honrar a sus antecesores. Cameranos que, una vez establecidos, pusieron en marcha negocios, comercios de lana principalmente e, incluso, abrieron los primeros bancos de la ciudad… Eran gente muy activa, muy trabajadora, personas que revitalizaron una ciudad “que en aquella época estaba muy parada” (así lo contaba con orgullo uno de los descendientes). Ese desarrollo económico es hoy objeto de estudio.

Basta con recorrer la preciosa Plaza Mayor de Cáceres para comprobar cómo entre sus soportales se situaban los comercios de la gente de Cameros. Con los años llegarían, incluso, a ocupar la alcaldía de la ciudad. Su huella pervive en apellidos como los López de Montenegro, los Muñoz de San Pedro, los Muro o De la Riva… Pero sobrevive, sobre todo, en los ojos y en la memoria de sus descendientes.

Hoy también las líneas de investigación de los historiadores dan cuenta de esa pasión por su tierra que los trashumantes llevaban en el morral, en el corazón. Investigaciones que se suman a los trabajos del IER ya existentes, De Villoslada de Cameros a Extremadura, de Carmen Fernández-Daza, Trashumantes riojanos, de Luis Vicente Elías o Cofradías de Valvanera: cauce de identidad riojana, de Fermín Labarga.

Por eso, reitero mis felicitaciones a los investigadores organizadores del congreso por elegir como tema de estudio un fenómeno demográfico determinante para la ciudad de Cáceres pero también para los pueblos de nuestra sierra. Felicitarles por su empeño en recuperar unas raíces históricas que también son nuestras, que son parte de nuestros orígenes, de nuestra identidad. Una cultura popular riojana que hemos ido forjando a lo largo de los siglos y que tenemos el deber de salvaguardar y de transmitir a las nuevas generaciones.

Sobre la cultura popular de La Rioja

Con  Emilio y Óscar, uno de los principales artífices del proyecto, y con los componente de la Escuela de Jotas Bonifacio Gil, que amenizaron la presentación.

Con Emilio y Óscar, uno de los principales artífices del proyecto, y con los componente de la Escuela de Jotas Bonifacio Gil, que amenizaron la presentación.

La semana pasada tuve el placer de asistir a la presentación de un interesante proyecto en internet: la publicación del portal de la cultura popular de La Rioja.

Cuando hablo de cultura popular, me refiero a esas manifestaciones culturales que nos diferencian a los riojanos de otros pueblos. A lo más propio, a lo riojano, a nuestras señas de identidad: nuestro folclore, nuestros oficios, nuestras tradiciones; todo ello, tan ligado al mundo rural en el que tiene sus raíces y su sustento una comunidad como la nuestra.

Una identidad colectiva asimilable a la identidad individual de cada uno de nosotros. Porque cada uno de nosotros llevamos encima un documento con nuestro nombre, nuestra foto y nuestro número de DNI; y llevamos también en nuestra mochila unas creencias, unas expresiones, unas costumbres, unos valores… y hasta unas formas de divertirnos que nos distinguen.

Tenemos unas huellas de identidad como individuos pero, a la vez, al compartirlas, crean una conciencia de colectividad, de grupo. Esas señas de identidad que agrupamos en símbolos, como nuestra bandera, que
todos compartimos y con la que todos nos identificamos.

Pues bien, para recoger esas señas de identidad es para lo que nace esta web de la cultura popular, www.culturaderioja.org, una web que pretende ser un archivo de nuestra memoria, pero también de nuestro presente: un fondo multimedia en el que a través de textos, fotografías, vídeos y audios podemos conocer un poco mejor nuestra región. La infraestructura ya está creada: ahora queda ir completándola entre todas las riojanas y todos los riojanos. Contamos con la colaboración de todos los colectivos que trabajan para portenciar y preservar ese enorme tesoro, ese basto corpus de materiales que ilustran nuestra cultura, ese compendio de lo que nos identifica a los riojanos.

El acto, en el que participaron más de un centenar de asociaciones culturales y grupos de folclore, fue amenizado con tres jotas por la joven Escuela de Jotas de La Rioja, Bonifacio Gil. Enhorabuena a ellos también.

Repito, no se puede perder la memoria y las señas de identidad de nuestra comunidad. No se puede perder la referencia de dónde venimos ni de lo que somos. Si lo hacemos difícilmente sabremos hacia dónde vamos. Y gracias a las enormes posibilidades que nos ofrece internet, debemos explicar -sin menospreciar a nadie- la riqueza de nuestra cultura popular. Cultura de Rioja.

Un triunfo de todos

La metamorfosis de la plaza de toros en pista de tenis me impresionó

La metamorfosis de la plaza de toros en pista de tenis me impresionó

La Rioja y los riojanos hemos demostrado este fin de semana con la Copa Davis que podemos acoger los mejores eventos deportivos del mundo. Gracias a un trabajo conjunto, hemos conseguido una importante victoria: un triunfo de todos.

En la pista, los jugadores no lo han podido hacer mejor. Claro que nos hubiese gustado, como aficionados, ganarle 3-0 a Suiza, pero como proyecto de región, y para darle emoción a la eliminatoria hasta el último día, hasta le tenemos que dar las gracias a Almagro de que perdiese el primer partido.

Los jugadores me lo comentaron personalmente: estaban encantados con las instalaciones y con el calor y la acogida que recibieron de todos los riojanos. Hemos logrado convertir nuestra tierra en un referente deportivo nacional e internacional.

Y la metamorfosis de la plaza de toros en una magnífica pista de tenis, debo confesar que es lo que más me ha impresionado. Sé que Theresa Zabell, que estuvo en La Ribera, comentó en Televisión Española que le parecía una gran idea aprovechar estos espacios para otros usos distintos a los previstos. Estoy muy de acuerdo.

Por otra parte, me siento orgulloso por el trabajo realizado por tantas personas del equipo de organización, tanto del Gobierno como de las diferentes empresas, que consiguieron una valoración sobresaliente por parte de todos los asistentes. Unas 650 personas que pusieron todo su empeño y lo consiguieron.

La afición (más de 9.000 personas cada día) ha dado ejemplo de saber estar, de saber disfrutar, de entrega y de defensa de esos colores que también nos unen, los colores de “la roja”… y de La Rioja, que todos, en la plaza o en la tele hemos podido ver muchas banderas de La Rioja en los tendidos. Nos podemos empeñar mucho los políticos en defender algunas cosas, pero los resultados se ven en estas manifestaciones espontáneas, aquí y en muchos otros eventos, de sacar la bandera y sentirse representados y orgullosos de ella.

Creo que los aficionados, la ciudad y la comunidad entera hemos sabido aprovechar la Davis para ofrecer nuestra mejor imagen y para promocionar todos los atractivos de nuestra región. Hemos vivido y vibrado con uno de los acontecimientos deportivos más importantes de la historia de La Rioja. Pero desde aquí reivindico una nueva cita: hemos demostrado nuestra valía y queremos ver a los mejores deportistas internacionales entre nosotros. En la Plaza de Toros, en el Palacio de los Deportes o en Riojaforum. La Rioja, tierra abierta, más que nunca.

Disfrutando del partido

Disfrutando del partido

Defendiendo nuestros colores

Defendiendo nuestros colores

El nuevo Arnedo

Parque de la Baronesa de Arnedo. Una foto de Nacho Torra.

Parque de la Baronesa de Arnedo. Una foto de Nacho Torra.

El sábado pasado viví una maratoniana jornada en la Ciudad –con mayúsculas- del Calzado. Aunque Arnedo no es solo calzado. También es huerta. También son toros.

Y para asociar mi sábado con el calzado tengo que pensar en las alpargatas con las que los arnedanos recogen sus productos en la vega del Cidacos. O en las manoletinas del torero que por la tarde pisaba por primera vez el coso del Arnedo Arena.

Digo que fue maratoniana porque transcurrieron muchas horas desde que llegué antes del mediodía que dejaba Arnedo ya entrada de madrugada y en medio de las impresionantes rachas de viento que nos despidieron.

Por eso quiero dedicarle este post a mi familia: porque los fines de semana es cuando más puedo estar con ellos. Pero este sábado quise compartirlo con los arnedanos. Con este nuevo Arnedo que es tradición, historia y futuro. Pero que, sobre todo, volví a comprobarlo, es pasión.

Los arnedanos sienten pasión por su tierra, por su naturaleza: a los pies de Peña Isasa, en plena vega del Cidacos, los arnedanos hace mucha vida en la huerta, en las casillas. Cultivando tantos y tan buenos productos, como el ajo.

Así, han convertido al ajo asado en otro estandarte de la ciudad, gracias al festival que celebran cada año. Y a las distinciones que entregan coincidiendon con esta celebración. Todo con un único objetivo: exaltar las cualidades del ajo y divulgar la cultura de La Rioja más allá de nuestra región. Este año, recibió el galardón una institución como El Corte Inglés, representada por su presidente, Isidoro Álvarez. Bien merecido lo tenía por la excelente muestra de productos riojanos con la que cuenta entre sus catálogos.

Y Arnedo demuestra también, sin duda, pasión por sus tradiciones. La defensa de sus santos ante la tentativa navarra de su robo es buena muestra de ello cada año. Y el toro forma parte de sus costumbres: ahí está lo de “jugar al toro”, tan peculiar en la fiesta de San Marcos que celebran con la romería al Hontanar.

Esa pasión por la tauromaquia está presente en su feria de novilleros, su Zapato de Oro. Y más fuerza va a cobrar a partir de ahora con su nueva plaza de toros nueva. Una plaza que inauguramos en la noche del sábado y que se transformó en teatro, en coso y en auditorio en un precioso espectáculo titulado Arnedo Sueña. Un sueño hecho realidad, el Arnedo Arena, que ya pueden disfrutar los arnedanos, tengan la edad que tengan. Se lo merecen. ¡Va por Arnedo!

Chilenos, estamos a la orden

En 2006 con los presidentes de los Centros Riojanos de Viña del Mar, Agustín Merino, que aún lo es, y de Santiago, Gonzalo Santolaya.

En 2006 con los presidentes de los Centros Riojanos de Viña del Mar, Agustín Merino, que aún lo es, y de Santiago, Gonzalo Santolaya.

El sábado me desperté con la noticia en la radio del terremoto de Chile. Hablaban de un terremoto de gran magnitud, más de 8 puntos en la escala Richter. Ya, desgraciadamente, todos vamos aprendiendo a interpretar esos valores. Pero apenas hablaban de muertos. Sin embargo, dos días más tarde ya se cuentan por centenares (723 acabo de leer en una web chilena).

En cuanto me enteré de la noticia del terremoto, y aún sin conocer la magnitud de la tragedia, intenté ponerme en contacto con los presidentes de los Centros Riojanos en Chile, nuestros interlocutores naturales y portavoces de tantos paisanos que viven allí. Para mí son tan riojanos como los que vivimos a este lado del charco. Las comunicaciones estaban complicadas pero, finalmente, pude contactar con Agustín Merino, del Centro de Viña del Mar; con Francisco Javier López, de Santiago de Chile; y con Gonzalo Santolaya, anterior Presidente del Centro Riojano. Me transmitieron que los riojanos, por el momento, estaban bien. No habían tenido, por el momento, ninguna noticia negativa. Y en estos casos todos sabemos que el hecho de que no haya noticias suele ser sinónimo de buenas noticias. Así nos lo ha transmitido también el embajador de España en Chile, Juan Manuel Cabrera, que, por cierto, desciende de La Rioja.

Chile es un país íntimamente ligado a La Rioja. Allí viven miles de descendientes de riojanos y, personalmente, puedo asegurar que siempre que he estado allí, con otros riojanos, hemos sido maravillosamente acogidos. Los riojanos en Chile saben que estamos muy pendientes de ellos y que, como les gusta decir a nuestros amigos sudamericanos, “estamos a la orden”. De la misma forma que estuvimos al lado de los riojanos de Argentina cuando la situación económica de aquel país les puso las cosas difíciles.

Pero el hecho de que los riojanos de allí no hayan sido las víctimas más directas es para mí un consuelo pequeño. Chile es un gran país y hoy los riojanos debemos estar a su altura. No podemos quedarnos de brazos cruzados ante este desastre que ha provocado la muerte de centenares de personas (veremos en qué para esto; esperemos que la cifra no aumente ya demasiado).

Hoy todos somos chilenos. Después del seísmo sufrido el sábado y que tan gravemente ha azotado a nuestros hermanos de Chile, tenemos la obligación de solidarizarnos con ellos, mandarles nuestro cariño y nuestro ánimo y prestarles la ayuda que nos pidan. Ya sé que la tragedia no es comparable con la de Haití, pero cada vida es una vida y cada drama personal es único. Así que nosotros, desde aquí, solo podemos, como decía, ponernos a su disposición.

Así nos reciben en Chile. Ahora nos toca devolverles su cariño.

Así nos reciben en Chile. Ahora nos toca devolverles su cariño.