El calor de los tuyos

Con mi padre hace ya... catorce años

Con mi padre hace ya... catorce años

Mi padre felicitándome también en 1995 tras mi investidura. Una foto que nos hizo Raquel, de la agencia EFE.

Mi padre felicitándome también en 1995 tras mi investidura. Una foto que nos hizo Raquel, de la agencia EFE.

Para mí, las fiestas navideñas han sido siempre y aún lo son un tiempo para dedicárselo a mi familia. Ese tiempo que durante el año les robo sin permiso y sin reproches por su parte.

Por eso, estas Navidades quiero recordar a mis padres. Se lo merecen por todo el cariño que me han regalado. Echo en falta a mi madre, Alejandrina, y echo de menos a quien nos dejó este año, mi padre, Jesús. De él ya he escrito en mi perfil porque a él le debo mucho, entre otras cosas, el haberme contagiado mi vocación de servidor público.

En compañía de mis padres, recuerdo, sobre todo, mi infancia y juventud, cuando el frío del invierno en Igea se paliaba con el calor de la cena del hogar. El calor de la lumbre pero, especialmente, el calor de las personas. En torno al fuego de la cocina de leña, como en tantos y tantos hogares riojanos, nos juntábamos toda la familia, cerca de veinte…

Pero la vida va cambiando. Y le va cambiando a uno también. Y, aunque confieso que me cuesta adaptarme a los cambios, a estas vueltas que la vida nos da, siento que mi obligación ahora es dejar un poco a un lado esos sentimientos más tristes que me invaden, esa parte melancólica de la nostalgia.

Porque en estos días creo que es necesario cargarnos de optimismo y de alegría para disfrutar estas fechas con nuestros seres más queridos. Con mi mujer, con mi hija, con mis hermanos, con mis sobrinos. Con los que cada uno de nosotros siempre tenemos a nuestro lado. Y pase lo que pase. Esas personas queridas y cercanas que en los buenos momentos, y en los menos buenos, sé que siempre están a mi lado.

Es tiempo para dedicárselo a ellos, a quienes más me importan. Sí, es momento de que aflore lo familiar. Momento de ocuparnos de quienes nos ayudan a borrar por un momento los problemas y quehaceres del día a día. En definitiva, es el momento para tomar fuerzas y cargarnos de ilusiones para 2010.

Dejo, como decía, a un lado esa nostalgia, el recuerdo de las pesonas queridas que nos dejaron, para desearos de forma sentida y sincera una muy Feliz Navidad en compañía de vuestra familia y rogaros que os esforcéis por hacer más felices a quienes os rodean.

El Molino del Corregidor

No os voy a contar nada que no conozcáis sobre San Román de Cameros. Un pueblo precioso que siempre me ha llamado la atención por lo tradicional de sus casas, su arquitectura bañada por el Leza. Por eso, solo os animo a visitarlo y a profundizar en el Camero Viejo, cuyas vistas en días como hoy tienen que ser espectacular porque estoy seguro de que la nieve cubre todo el valle.

Este miércoles estuve comiendo con José Luis, su alcalde, y conociendo el proyecto de la granja escuela. Está ubicada en el recuperado -hace unos años ya- Molino del Corregidor, en la salida del pueblo en dirección hacia Laguna. Y lo traigo a colación porque me parece interesante apoyar proyectos que fomenten el conocimiento, la convivencia y el contacto directo con la naturaleza y con nuestros municipios más pequeños. Pueblos que son nuestras raíces, y que podemos convertirlos en auténticas aulas, aulas al aire libre, que fomenten el agroturismo, los campamentos de verano, etc. Todo por una mejor formación de nuestros hijos.

Profesionales como la copa de un pino

Una primera reflexión para comenzar. Me cuesta a veces trasladar alguna información. Así que no me queda más remedio que repetirme. No he venido a este blog a hacer política sino a hablar, a escribir, desde mi punto de vista personal. Y creo que lo estoy demostrando.

Dicho esto, voy a lo que importa. Esta mañana he tenido la suerte de compartirla con muchas personas, con cientos de trabajadores que se han acercado hasta Riojaforum a un acto de entrega de certificados de profesionalidad. Era la primera vez que se entregaban en La Rioja. Y he estado muy a gusto con ellos. Personas llenas de orgullo que han venido a por un título que los acredita como profesionales de algo, como albañiles, mecánicos, personal de ayuda a domicilio, hosteleros… de todo. He visto a personas llenas de ilusión. Para muchos es seguramente el primer título oficial que reciben en su vida. Y para muchos tal vez sea el único.

Y al estar con ellos me he acordado de la vieja figura de los aprendices, que empezaban limpiando, por ejemplo, el motor de un coche y acababan siendo grandes mecánicos. Y nunca nadie les acreditaba que eran profesionales como la copa de un pino. A este tipo de gente he visto esta mañana. Creo que hemos pasado una etapa de titulitis excesiva, y me refiero a la obsesión por tener títulos universitarios, masters y demás. Cuanto más altos mejor. Y eso está bien, pero se nos estaba olvidando la importancia de los oficios, del trabajo manual, artesanal. Hoy he visto a estas personas que creo que han salido de Riojaforum con la autoestima a tope. Me han contado que se abrían las puertas de Riojaforum a las diez y media para el acto y había gente esperando desde las diez menos cuarto. Tan importante era para ellos. Me siento orgulloso, de verdad, si en algo he podido contribuir a cambiar su forma de vida.

He visto incluso a personas de mi pueblo, ilusionadas, rebosando confianza. He sentido el calor humano, personas que se acercaban para hacerse una foto conmigo o para hablar conmigo. He estado mucho más a gusto que en otros actos más protocolarios, pero también más fríos. Quizás en buena medida se deba a que para mucha gente estos actos forman parte de su rutina, mientras que para los que han venido esta mañana a recoger sus diplomas era algo extraordinario, un día muy especial. Y se les notaba muy agradecidos. Yo también les agradezco a ellos sus muestras de afecto, su sencillez y su cercanía. Suerte a todos ellos.

Las Glosas Emilianenses en un grano de arroz

Obra de Carlos Corres

Obra de Carlos Corres

Todos los días me siento orgulloso de ser riojano, pero mucho más en días como ayer en el que tuve la oportunidad de conocer un proyecto de promoción de nuestros artistas en el ámbito internacional.

Judith Arteaga es una joven humanista riojana promotora de un ambicioso e innovador proyecto: la creación de una galería y residencia internacional de artistas. Su primera sede la inauguró en Pekín el pasado verano, pero su proyecto contempla su implantación en Berlín y París en los próximos meses.

Es una apuesta por la cultura, la creación, los creadores, los artistas, la internacionalización de nuestra tierra; un centro de producción cultural y artística con corazón y raíces riojanas.

Pronto veremos aquí los primeros frutos de este proyecto de la mano de los pintores Carlos Corres y Carlos López Garrido. Os dejo como muestra un botón. Una obra de Corres compuesta durante sus dos meses de estancia en la capital china, y un pequeño obsequio que me regalaron durante su visita: un huevo de porcelana que esconde las Glosas Emilianenses talladas en un grano de arroz. La Rioja y China se fusionan en sus manifestaciones culturales más propias: en la edición más pequeña del mundo de las Glosas Emilianenses.

Las Glosas en un grano de arroz

Las Glosas en un grano de arroz